jueves, 1 de enero de 2015

Viseu (Portugal)

Nos daba mucha pena dejar Lamego ya que queríamos ver más el jardín del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, pero debíamos  continuar porque empezaba a hacerse de noche y nos quedaba por ver aún Viseu e ir al hotel que estaba en Aveiro.

Nada más llegar, nos encontramos que el municipio estaba en fiestas y fue casi imposible aparcar el coche; pero tras encontrar un sitio lo dejamos y caminamos hacia la plaza principal que es donde se encontraba la feria de San Mateo; por casualidad empezó el mismo día que llegamos y duran hasta más de un mes.

En la plaza que he mencionada había un montón de puestos de feriantes y comerciantes que vendían productos del campo y artesanía. Había cosas realmente preciosas. Tras dar una vuelta por allí, fuimos a la oficina de turismo para que nos dijeran los monumentos importantes para verlos.
Lo primero que vimos, como en muchas ciudades, fue la Catedral de Viseu que es de estilo gótico fortificado, de los siglos XIII- XIV, aunque terminado de construir varios siglos después. La fachada principal fue reconstruida en el siglo XVII, ya que se había desmoronado parcialmente. Es una iglesia de tres naves dividida en tres tramos y un transepto. Los arcos que la dividen están apoyados en grandes pilares de bases manuelinas, modificados entre 1.720 y 1.741. En la capilla mayor destaca el retablo y las sillas del coro, ambos del siglo XVIII, y la pintura de la bóveda del siglo XVII. En el lado izquierdo se encuentra el retablo del Corazón de Jesús, de estilo manierista, atribuido a Vasco Fernandes o a Grao Vasco. Llama mucho la atención el altar, muy moderno en relación al resto de la catedral. Es de 1.992, hecho de acuerdo con las normas del Concilio Vaticano II por Luis Cunha. También hay que destacar la bóveda de los nudos, que se terminó en 1.513. La capilla de Don Juan Vicente, es uno de los espacios con mayor interés artístico por reflejar la influencia mudéjar en Portugal.

Frente a frente con la Catedral, en el Adro da Sé, se alza la imponente fachada de la Iglesia de la Misericordia. El edificio inicial data del siglo XVI pero fue reconstruido en 1.775 según el trazado de Antonio Mendes Coutinho. Su fachada, de marcada horizontalidad, está dividida en 5 tramos verticales mediante pilastras, y rematada por un balaustre de granito. A ambos lados se elevan las torres, de tres cuerpos. En el centro, ostenta las armas nacionales y la corona real. Tiene una sola nave y capilla mayor, separados por un arco ricamente decorado. En el interior destaca la voluminosa cornisa de granito que recorre toda la iglesia, y el imponente crucero. Tiene tres retablos de estilo neoclásico; el Mayor con la imagen de Nuestra Señora de la Misericordia (siglo XVIII) y dos pobres arrodillados a sus pies. El órgano, de madera dorada y policromada, es del siglo XVIII.

Después fuimos al Palácio do Gelo que es un centro comercial pionero en integrar diversos equipamientos complementarios, conjugando en un mismo espacio, deportes, salud, entretenimiento, comercio y servicios. Este gran shopping de cinco alturas, y en el centro un gran estanque con un chorro de agua que alcanza la última planta, reúne centro comercial, 7 salas de cine, areas de restauración, diversión y ocio. Dispone de un inmenso hipermercado Jumbo en la planta baja, también de pista de patinaje (última planta), gimnasios, bolera, 4 piscinas una de ellas casi olímpica y spa.

Por último visitamos el Seminario Mayor del Convento de San Felipe de Neri que se empezó a construir a finales del siglo XVII para la Congregación del Oratorio de San Felipe de Neri. Debido a las limitaciones económicas, la construcción se demoró hasta el siglo siguiente. La iglesia fue proyectada por Antonio Mendes Coutinho en estilo barroco y alberga un impresionante órgano de tubos del XIX procedente de la Catedral. La fachada ostenta el blasón de Julio Francisco de Oliveira y está rematada en una cruz de granito. Adosada a la capilla mayor (a los pies del templo) se encuentra la torre campanario. De la construcción inicial sólo se conservan el claustro, la iglesia, y la entrada con sus escaleras de acceso, ya que el resto fue destruido por un incendio en 1.841, y se volvió a reconstruir. Es un edificio de estilo neoclásico, con múltiples ventanas acentuando su linealidad.

Nos hubiera gustado ver más cosas pero se nos echó la noche encima y las carreteras no están bien iluminadas.

Por cierto, quiero lanzar una advertencia a todos los conductores que no conozcan las autopistas de peaje de Portugal: hay que informarse bien (pulse aquí para ello) porque pueden venir muchas multas a casa sino se paga previamente el precio ya sea por internet o en las diferentes gasolineras o comercios que están asociados. Afortunadamente a mí no me ocurrió porque cuando me di cuenta de lo que me había pasado por no llevar lo adecuado me fui directa a la oficina de tráfico para comunicar que yo no sabía que existía eso allí y que mis intenciones eran pagar el precio que correspondiera. A gracias a eso, pude solventar el error; sino me hubieran clavado cientos de euros.

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